Devotion Eau de Parfum
Devotion Eau de Parfum es una irresistible fragancia gourmand que celebra los valores más preciados de la vida, una esencia sin precedentes sellada por el Sagrado Corazón.

Referencia: 12999
Ficha técnica
Referencias específicas
Devotion Eau de Parfum es una irresistible fragancia gourmand que celebra los valores más preciados de la vida, una esencia sin precedentes sellada por el Sagrado Corazón.
BAD BOY EXTREME Eau de Parfum Extreme es una atrevida evolución de la icónica fragancia BAD BOY, que expresa el fuerte vínculo de la fraternidad. Jugando de manera fascinante con las contradicciones que definen los hombres modernos, esta extraordinaria fragancia abre un nuevo camino con su inesperada combinación de ingredientes de origen sostenible.
Elaborada con ingredientes provenientes de fuentes sostenibles, BAD BOY EXTREME Eau de Parfum Extreme explora audazmente una nueva y atrevida tensión entre el jengibre fresco y la calidez del vetiver de las arenas, junto con un toque seductor de cacao intenso y una base amaderada de pachulí.
BAD BOY EXTREME reinterpreta el emblemático rayo BAD BOY con un frasco en degradado negro y dorado, una materialización de la atrevida fragancia aromática que contiene.
Rumbo hacia Le Male Le Parfum, ¡la nueva fragancia masculina de Jean Paul Gaultier! Con su traje de oficial negro y dorado, este eau de parfum intenso asume el control de la línea olfativa de Le Male con estilo y fuerza. Una elegancia dueña de una estela oriental amaderada, firmada con un carisma y una potencia de líder. ¡Marineros a sus puestos! El jefe ya está aquí, para una partida casi inminente.
La fragancia masculina, Prada Luna Rossa Black Eau de Parfum, la primera eau de parfum de la familia Prada Luna Rossa, se deriva de la conmoción de la exploración urbana, de la sensación de emoción que uno siente al descubrir un nuevo lado de su propio paisaje cotidiano. La inspiración de la fragancia se puede describir como ese momento de reflexión; es el delicioso espacio entre el trabajo y el juego. Es el momento en que termina oficialmente una semana laboral satisfactoria, cuando la ciudad misma parece cobrar vida. Como un centro vivaz lleno de posibilidades y peligros, los detalles más dulces burbujean sobre el ámbar amaderado para un efecto fascinante, casi desorientador.